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Fluye, como el agua

La vida es movimiento es fluir. La vida es cambio.

Mucha de la gente que conocemos y, hasta nosotros mismos, tenemos algunos días en los que vemos que se nos acumula las cosas pendientes, que hay más dificultades de las previstas en algún proyecto en concreto, situaciones debe ser solucionadas, y un muy largo etc…, esta situación puede ser temporal, pero no puede ser nuestra rutina del día a día, lo que hemos de hacer es “fluir” con lo que estamos haciendo.

Sobre el fluir hay tanto que vivir y tan poco que explicar… Es vivir sin estar enganchado a estructuras mentales que me limitan, que me llevan al pasado, a estructuras que no me permiten avanzar, a estructuras que me mantienen “absorto”.

Entendemos que “fluir” es cuando realizamos las cosas de una manera natural, cuando no te das cuenta de que pasa el tiempo, que disfrutas con lo que haces, le das importancia a lo que haces y con quien lo haces, cuando tenemos esa sensación de que te pasa el tiempo sin darte cuenta, es cuando estás fluyendo, cuando realmente estás disfrutando de lo que haces o de la compañía en la que te encuentras. Hemos de procurar siempre estar en este estado porque de esta manera seremos mucho más eficaces en nuestro día a día, además lo haremos de una forma sana y disfrutando que es lo ideal. Como el agua que recorre su cauce, que se mantiene en movimiento, llenándose de oxígeno y vida, permitiendo que la vida crezca alrededor de ella.

Fluir es soltar, desapegarse, abandonar todo aquello que nos da seguridad, dejar la zona de confort. No se trata de ir a conseguir porque ya somos, el ser está ahí. No es conseguir sino soltar. Dejar de identificarnos, de definirnos y de ponernos etiquetas porque cuando me identifico, me limito y me pierdo.

Cuando estamos tensos, cuando nos concentramos en los problemas y no en las soluciones, cuando nos esforzamos demasiado, obsesionándonos, nos domina la angustia y la ofuscación, frenamos el flujo de la Inteligencia de la Naturaleza en su paso de lo Creado.

Namasté.

BETTY

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