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DECISION…. EL CRISTAL CON EL QUE MIRAS

La vida es un viaje donde hay que intentar ser feliz, creativo, aprender de los errores…. una constante sucesión de decisiones.

Desde qué comer en el desayuno, hasta casarse o permanecer soltero. Algunas, en teoría, son más importantes que otras, se toman con mayor o menor meditación, haciendo caso o no a nuestros prejuicios y emociones.

En esta constante sucesión de decisiones que podemos iniciar con la decisión de sentarnos, en un lugar tranquilo, con vista panaorámica hermosa, donde podemos agregar elementos para enriquecer el momento, decidimos una buena taza de café.

Cuando somos conscientes de lo que tenemos entre manos, de que cada elección determina el rumbo de nuestra vida y eso nos causa ansiedad y, por lo tanto, cansancio.

Existen estudios sobre los mecanismos neuronales que subyacen en todo este proceso neurocientífico como los realizados por Moran Cerf. Su investigación concluye que la manera más convincente de desarrollar nuestra felicidad tiene poco que ver con los bienes materiales, nuestras experiencias o incluso nuestra filosofía personal. Todo se reduce, a una serie de decisiones que hay que tomar en algunos momentos clave de nuestra vida.

Las personas recordamos las malas experiencias como buenas y viceversa, pero dejamos que las emociones conviertan una elección racional en una que no lo es, esa es la importancia de las decisiones que hay que tomar en algunos momentos clave de nuestra vida.

Si quieres convertirte en una persona más divertida o en forma, deberías rodearte de gente con sentido del humor o que vayan al gimnasio.

Tomar una decisión es hacer un “corte” en un proceso de evaluación a las diferentes facetas de un problema, la toma de decisiones está plagada de sesgos que nublan nuestro juicio, dejando que las emociones intervengan.

Ante un dilema especialmente importante es muy fácil acabar confundido. La ansiedad y el estrés pueden tomar el control, bloqueándonos o haciéndonos cambiar de opinión cada dos por tres.

Decidamos con que cristal miraremos hacia adelante, será uno lleno de color, o dejaremos que a negatividad nos llene. En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones. El actor, director y escritor estadounidense Woody Allen lo resume en una frase: “En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones”.

 

¡SOY PODEROSA… Y QUÉ!

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